BELOVED: EL ESPIRITU DE LA CONCIENCIA
Es también Beloved, el personaje creado por Toni Morrison y que da título a su novela escrita en 1987 y ganadora del Premio Pulitzer ese mismo año, un símbolo amoroso que obliga a Sethe (y con ella a todos los negros liberados) a mantener viva la llama de su pasado de esclava para alimentar la fuerza que le permite rebelarse contra su destino de pobreza, ignorancia y marginación, impuesto por el color de la piel. "No hay una sola casa que no esté llena hasta el techo con el pesar de un negro muerto", dice la abuela de Beloved, Baby Suggs, al jactarse de su suerte porque se trate sólo del fantasma de un bebé.
Pero ¿es la fantasmal Beloved únicamente un recuerdo y un remordimiento para Sethe por haberla asesinado, o quiere significar el resabio de siglos de esclavitud en la mentalidad de una mujer negra que encuentra en la muerte de su hija la única puerta hacia una libertad sin condiciones? ¿O es la libertad de acción de Beloved un espejo que le recuerda permanentemente su condición de esclava, liberándola cada vez más de sus cadenas y atavismos, de sus recuerdos de un pasado histórico doloroso?
Situada en la década de los setenta del siglo pasado, en una población rural del Estado de Ohio, la novela inicia en el número 124 de Bluestone Road, la casa de Baby Suggs, la suegra de Sethe, cuando ésta es abandonada por sus dos hijos: Howard y Buglar, dejándolas solas a ella, a su hermana Denver y a su abuela:
"Baby Suggs ni siquiera levantó la cabeza. Desde su lecho de enferma los oyó irse, pero no era ésa la razón de su inmovilidad. Lo que le extrañó fue que sus nietos hubieran tardado tanto en darse cuenta de que las demás casas no eran como la de Bluestone Road. Suspendida entre lo grosero de la vida y lo mezquino de la muerte, ella no podía interesarse en abandonar la vida o vivirla, y menos aún por el terror de dos chicos que se marchaban sigilosamente".
Son estos desgarramientos profundos sobre lo que la “negritud” causa en las entrañas de una sociedad racista, en la que "hombres y mujeres eran movidos como piezas de juegos de damas", los que llevan a la paulatina toma de conciencia de Sethe, quien en su papel de narradora de su propia historia nos dice: "De todos los que Baby Suggs conoció --para no hablar de los que amó--, el que no se había fugado ni lo habían ahorcado, fue alquilado, prestado, comprado, devuelto, conservado, hipotecado, ganado, robado o arrestado".
Como la propia Toni Morrison (Chloe Anthoyny Wofford) ha señalado: "Ohio está más cerca de las plantaciones que del Ghetto", muy cerca de sus propias raíces, por lo cual puede penetrar con ejemplar maestría en la vida interior de estos personajes.
"Yo realmente siento el rango de emociones y percepciones a las que tuve acceso como una persona negra, y por ser mujer", afirma la escritora, y con ello nos lleva a una más rápida comprensión de por qué la historia puede describir de esa magistral manera, con pleno conocimiento de causa, los antecedentes históricos del conflicto racial que significa la negritud, de las raíces de lo que hoy significa ser negro en los Estados Unidos, la nación que pese a esas vergüenzas pretende erigirse en símbolo de la libertad.
La premio nobel de literatura 1993 --por su trayectoria como escritora de seis novelas, en todas ellas presente el tema de la negritud; así como una obra de teatro (Dreaming Emmett), un importante estudio literario (Playing in the Dark) e infinidad de artículos sobre diversos temas-- nos descubre en Beloved un ambiente de soledad, tristeza, dolor, pese a lo cual prevalece el amor, que a su vez permite que Sethe no sienta a su hija muerta, sino viva, siempre presente, al grado de lograr un ambiente de natural convivencia cotidiana.
"En una o dos ocasiones en que Sethe intentó reafirmarse --ser la madre incontestable, cuya palabra era ley y que sabía más-- Beloved golpeaba cosas, tiraba todos los platos de la mesa, arrojaba sal al suelo, rompía el cristal de una ventana".
Beloved, es pues, el espíritu de la conciencia que navega entre las almas de los negros, para liberarlos de la esclavitud que significa su certeza de ser un pueblo entre otro distinto, y la fuerza que les mueve a encontrarse a sí mismos para llegar al momento en que sientan latir su corazón, como le sucedió a Baby Suggs, quien hasta que fue dejo de ser esclava --libertad comprada por su hijo Halle-- pudo darse cuenta de que tenía un corazón.
Esta novela, de gran calidad, se une así a las múltiples expresiones culturales de esta raza oprimida por centurias y de las que quedan algunas obras inmortales como De Color Púrpura, Tom Sawyer, La Cabaña del Tío Tom, entre muchas más.
Por Sergio Hernández Gil
Beloved es un grito desesperado de dolor, angustia y esperanza al mismo tiempo, que trastoca nuestra conciencia. Nos revela de una manera sutil pero poderosa el real valor de la libertad, frente a una vida de esclavitud que ha minado no sólo el cuerpo físico, sino que ha debilitado el espíritu y subyugado al alma, a grado tal que ha hecho de Sethe la asesina de su propia hija y a ésta, a su fantasma mejor dicho, la fuerza que da vida a esa ex-esclava y razón de ser a su existencia.Es también Beloved, el personaje creado por Toni Morrison y que da título a su novela escrita en 1987 y ganadora del Premio Pulitzer ese mismo año, un símbolo amoroso que obliga a Sethe (y con ella a todos los negros liberados) a mantener viva la llama de su pasado de esclava para alimentar la fuerza que le permite rebelarse contra su destino de pobreza, ignorancia y marginación, impuesto por el color de la piel. "No hay una sola casa que no esté llena hasta el techo con el pesar de un negro muerto", dice la abuela de Beloved, Baby Suggs, al jactarse de su suerte porque se trate sólo del fantasma de un bebé.
Pero ¿es la fantasmal Beloved únicamente un recuerdo y un remordimiento para Sethe por haberla asesinado, o quiere significar el resabio de siglos de esclavitud en la mentalidad de una mujer negra que encuentra en la muerte de su hija la única puerta hacia una libertad sin condiciones? ¿O es la libertad de acción de Beloved un espejo que le recuerda permanentemente su condición de esclava, liberándola cada vez más de sus cadenas y atavismos, de sus recuerdos de un pasado histórico doloroso?
Situada en la década de los setenta del siglo pasado, en una población rural del Estado de Ohio, la novela inicia en el número 124 de Bluestone Road, la casa de Baby Suggs, la suegra de Sethe, cuando ésta es abandonada por sus dos hijos: Howard y Buglar, dejándolas solas a ella, a su hermana Denver y a su abuela:
"Baby Suggs ni siquiera levantó la cabeza. Desde su lecho de enferma los oyó irse, pero no era ésa la razón de su inmovilidad. Lo que le extrañó fue que sus nietos hubieran tardado tanto en darse cuenta de que las demás casas no eran como la de Bluestone Road. Suspendida entre lo grosero de la vida y lo mezquino de la muerte, ella no podía interesarse en abandonar la vida o vivirla, y menos aún por el terror de dos chicos que se marchaban sigilosamente".
Son estos desgarramientos profundos sobre lo que la “negritud” causa en las entrañas de una sociedad racista, en la que "hombres y mujeres eran movidos como piezas de juegos de damas", los que llevan a la paulatina toma de conciencia de Sethe, quien en su papel de narradora de su propia historia nos dice: "De todos los que Baby Suggs conoció --para no hablar de los que amó--, el que no se había fugado ni lo habían ahorcado, fue alquilado, prestado, comprado, devuelto, conservado, hipotecado, ganado, robado o arrestado".
Como la propia Toni Morrison (Chloe Anthoyny Wofford) ha señalado: "Ohio está más cerca de las plantaciones que del Ghetto", muy cerca de sus propias raíces, por lo cual puede penetrar con ejemplar maestría en la vida interior de estos personajes.
"Yo realmente siento el rango de emociones y percepciones a las que tuve acceso como una persona negra, y por ser mujer", afirma la escritora, y con ello nos lleva a una más rápida comprensión de por qué la historia puede describir de esa magistral manera, con pleno conocimiento de causa, los antecedentes históricos del conflicto racial que significa la negritud, de las raíces de lo que hoy significa ser negro en los Estados Unidos, la nación que pese a esas vergüenzas pretende erigirse en símbolo de la libertad.
La premio nobel de literatura 1993 --por su trayectoria como escritora de seis novelas, en todas ellas presente el tema de la negritud; así como una obra de teatro (Dreaming Emmett), un importante estudio literario (Playing in the Dark) e infinidad de artículos sobre diversos temas-- nos descubre en Beloved un ambiente de soledad, tristeza, dolor, pese a lo cual prevalece el amor, que a su vez permite que Sethe no sienta a su hija muerta, sino viva, siempre presente, al grado de lograr un ambiente de natural convivencia cotidiana.
"En una o dos ocasiones en que Sethe intentó reafirmarse --ser la madre incontestable, cuya palabra era ley y que sabía más-- Beloved golpeaba cosas, tiraba todos los platos de la mesa, arrojaba sal al suelo, rompía el cristal de una ventana".
Beloved, es pues, el espíritu de la conciencia que navega entre las almas de los negros, para liberarlos de la esclavitud que significa su certeza de ser un pueblo entre otro distinto, y la fuerza que les mueve a encontrarse a sí mismos para llegar al momento en que sientan latir su corazón, como le sucedió a Baby Suggs, quien hasta que fue dejo de ser esclava --libertad comprada por su hijo Halle-- pudo darse cuenta de que tenía un corazón.
Esta novela, de gran calidad, se une así a las múltiples expresiones culturales de esta raza oprimida por centurias y de las que quedan algunas obras inmortales como De Color Púrpura, Tom Sawyer, La Cabaña del Tío Tom, entre muchas más.
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